¿CÓMO SABER SI ESTOY SOBREENTRENANDO?
Debes estar atento a los síntomas del sobreentrenamiento para tomar acciones correctivas en cuanto aparezcan.:
¿Últimamente tienes problemas para dormir? ¿sientes cansancio generalizado? ¿estás más irritable de lo normal? Son síntomas típicos del síndrome de sobreentrenamiento deportivo. Si entrenas muy a menudo y/o con mucha intensidad, debes estar atento a este tipo de alertas para actuar rápidamente y mantenerte siempre saludable y en forma. Estar muy motivado para hacer ejercicio es algo positivo, pero recuerda que si te pasas de intensidad, la consecuencia más probable es que acabes incapacitado para entrenar durante un tiempo, con la consiguiente pérdida de forma que eso conlleva.
Para evitar el sobreentrenamiento es importante reconocer sus síntomas. Los principales son:
Enfermedades frecuentes.
Si te enfermas con más frecuencia de lo habitual, puede deberse a que el exceso de ejercicio haya provocado un debilitamiento del sistema inmunitario, por lo que enfermedades infecciosas oportunistas como la gripe o el herpes aparecerán con más frecuencia. Es importante que ante cualquier síntoma de enfermedad, dejes de realizar ejercicio físico intenso para dar el tiempo necesario de recuperación al organismo.
Dificultad para conciliar el sueño.
¿Te sientes muy cansado pero tardas bastante en quedarte dormido? Esta paradoja se debe a una sobreexcitación del sistema nervioso simpático, que pone en alerta a nuestro cuerpo en situaciones de estrés. Al realizar un ejercicio demasiado intenso, nuestro organismo mantiene activo este sistema de alerta durante un tiempo e impide conciliar el sueño. Además, es fácil entrar en un círculo vicioso, porque la falta de sueño nos debilita y hace más probable que se agraven los síntomas del sobreentrenamiento.
Falta de energía.
El cansancio generalizado es uno de los primeros síntomas del sobreentrenamiento. Debes prestar atención si te sientes sin energía varios días a la semana. No busques soluciones temporales como complementos alimenticios o bebidas energéticas y dale a tu cuerpo el descanso que necesita.
Alteraciones del estado de ánimo.
Si estás más irritable de lo normal también puede deberse al sobreentrenamiento. Como te explicamos antes, el exceso de ejercicio provoca una excitación elevada del sistema nervioso y la aparición de hormonas asociadas a la ansiedad. Otros estados que alertan del sobreentrenamiento son la falta de concentración, la apatía e incluso la falta de coordinación.
Menor rendimiento.
Cuando no se respetan los tiempos necesarios de recuperación, el rendimiento deportivo disminuye. Además, pueden aparecer contracturas, calambres, tirones, dolor muscular prolongado… todo ello son señales de que no se está entrenando correctamente. Ante cualquiera de estos síntomas hay que bajar el ritmo rápidamente para no provocar una lesión más grave.
En general, para evitar el sobreentrenamiento, debes escuchar a tu cuerpo para no llevarlo más allá de su límite y darle el tiempo de recuperación necesario entre cada sesión de entrenamiento. También es muy importante comer sano y variado, dormir una media de ocho horas al día y asegurarte de que realizas una variedad suficiente de ejercicios.