¿COMER FRUTA POR LA NOCHE ENGORDA?
Hay ciertos mitos que siguen estando en nuestra vida, en este caso en nuestra alimentación. ¿La fruta engorda por la noche? ¿Puedo comer fruta a partir de cierta hora de la tarde, si quiero adelgazar y perder unos kilos? Y es que mucho se ha dicho de si ciertas frutas como, por ejemplo, el melón engordan, sobre todo si se comen por la noche, pero parece ser que todo ello son y siguen siendo mitos o falsas creencias. Pero eso sí, es importante contar todos los puntos de vista.
Sobra decir que la fruta es imprescindible en nuestra dieta y lo es para todo el mundo: tanto para aquellos que quieren adelgazar como para los que desean subir unos kilos como para los que simplemente quieren cuidar su dieta. Para todos. Las frutas (todo tipo de frutas) están en la base de las pirámides y dietas nutricionales y deben ser por ello, parte más que fundamental de nuestra alimentación.
Las recomendaciones nutricionales indican tomar al menos 5 porciones de frutas y verduras diarias. Es decir, unas 2-3 piezas diarias de fruta, e insistimos da igual la fruta.
¿Podemos comerlas por la noche?
Ni la fruta, ni los carbohidratos en general engordan más por la noche. Es totalmente falso. No podemos acusar a un alimento concreto de provocar un aumento o disminución de nuestra grasa corporal por sí solo. Ésta sólo se modifica por el conjunto de nuestra alimentación y hábitos diarios.
De este modo, es posible adelgazar comiendo arroz por la noche o engordar saltándose la cena. Todos sabemos que la fruta no es la culpable de las altísimas tasas de sobrepeso y esto no cambia por comer fruta por la noche ni a partir de una hora concreta.
Tanto es así que comer fruta es una opción perfecta por la fibra que contiene. No obstante, es cierto que hay ciertos cambios a nivel metabólico en función de la hora del día, pero las diferencias son totalmente insignificantes como para relacionar la fruta con un aumento de peso de manera directa. De hecho, el consumo de fruta diario está relacionado con una disminución en la grasa corporal y una mejora del control de la glucemia.
¿Y si estamos a dieta?
Si estamos a dieta, debemos comer fruta. Y da igual la hora que sea. Tal es así que la fruta es una opción perfecta si estamos en un proceso de adelgazamiento, ya que tiene mucha agua y fibra, lo que nos ayuda a saciarnos fácilmente. Recordemos que la saciedad es un factor muy importante si queremos adelgazar y no sólo los alimentos o las calorías.
En general —y exceptuando patologías y casos específicos o concretos— es recomendable comer fruta todos los días, eligiendo el momento que más cómodo nos resulte: en el desayuno, en colaciones, comidas, cenas o como postre. Siempre fruta entera, evitando recurrir a jugos, batidos o licuados, dado que cambiaría radicalmente la forma de absorber y metabolizar la fruta, y con ello un posible aumento de grasa corporal. La fruta entera ofrece beneficios tanto a nivel digestivo como metabólico que se pierden cuando las hacemos en jugo, y desechamos la fibra.
¿Podemos comer cualquier fruta?
Y este es otro de los tantos temas controvertidos. Hay frutas que tienen mala fama por creer que son más calóricas que otras. Pero lo cierto es que la fruta es un grupo de alimentos que se considera, a nivel nutricional, bajo en calorías.
Se ha compartido mucho el mito entre la población de que ciertas frutas tienen muchas calorías, pero esto no es así. De hecho, la mayoría de las frutas no superan las 70 kilocalorías por cada 100 gramos, excepto algunas como el coco y aguacate (por sus grasas saludables), pero aun así no serían un problema en dietas de adelgazamiento sino todo lo contrario.
Tal y como explicamos en este artículo, en el caso de las frutas, su densidad calórica no es tan importante como en otros productos. No es lo mismo comparar 100 kcal de un plátano que 100 kcal de un pan. No tiene nada que ver. Pues, las frutas nos aportan grandes beneficios: Tienen evidencia de reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares o el cáncer, que junto con la fibra y la bomba de vitaminas y minerales antioxidantes lo hacen un alimento esencial.