7 BENEFICIOS DE LOS FRUTOS SECOS EN LA ALIMENTACIÓN GERIÁTRICA
La nutrición en los adultos mayores es sinónimo de salud y bienestar a nivel físico y mental. Y es que los alimentos que constituyen la dieta pueden ayudar a prevenir enfermedades y retrasar el envejecimiento celular. En esta etapa de la vida es especialmente importante cuidar los alimentos que se consumen y asegurar obtener todos los nutrientes que se requieren para garantizar el máximo bienestar en las actividades diarias.
Existe un gran problema de malnutrición en los adultos mayores que no ingieren ciertos nutrientes claves debido a problemas de apetito, dificultades a la hora de comer, problemas en la preparación de comidas, déficit en la absorción de nutrientes o un aumento de las necesidades energéticas como puede ser en el caso de personas con enfermedad de Parkinson.
En la dieta de las personas mayores los frutos secos pueden aportar numerosos beneficios para su salud. Dentro de esta categoría de alimentos podemos encontrar variedades como almendras, pistaches, nueces, avellanas, etc.
Además de ser alimentos deliciosos, son una fuente importante de proteína vegetal y ácidos grasos monoinsaturados como el Omega 3, que son fundamentales para mantener el cuerpo en buenas condiciones con el paso del tiempo.
Algunos de los beneficios de los frutos secos en la alimentación de los adultos mayores son:
- Cuidan la salud del corazón
La mayoría de los frutos secos contienen minerales como el potasio y muy bajo contenido de sodio (siempre que se consuman sin sal). Esta combinación es ideal para mantener los niveles de presión arterial estables y así evitar la aparición de ataques cardíacos.
Además, los frutos secos contienen Omega-3, que ayuda a regular el colesterol en sangre y a mantener el buen flujo circulatorio, ya que ayudan a que los vasos sanguíneos se mantengan en buen estado. - Protegen los huesos y músculos
Los frutos secos son ricos en minerales como el calcio, potasio y magnesio. Esta combinación poderosa ayuda a fortificar y contribuir en la mineralización de nuestros huesos, previniendo enfermedades como la osteoporosis. Además, su contenido de magnesio y proteína vegetal reduce los calambres musculares y favorece la regeneración de los músculos después de un día de actividad. - Aportan nutrientes para la piel y el cabello
Durante la tercera edad, es muy común que empiecen a aparecer afecciones de la piel, ya que la producción de colágeno y elastina se ve perjudicada con el paso de los años.
Las almendras aportan vitamina E, que es fundamental para el cuidado de la piel, cabello e incluso para fortificar los dientes, que también se ven muy afectados durante la edad avanzada. - Son poderosos antioxidantes para nuestras células
En edades avanzadas es importante consumir alimentos antioxidantes porque retrasan el envejecimiento celular y previenen el daño que producen los radicales libres a los que nuestro cuerpo se expone. - Fuente de energía y grasas saludables
Las grasas saludables son esenciales para la alimentación de las personas mayores, a fin de otorgarles la energía y vitalidad que necesitan. Para este propósito, los frutos secos son excelentes porque contienen grasas poliinsaturadas que, además, ayudan al organismo a absorber las vitaminas liposolubles. - Favorecen el sistema nervioso y la memoria
Los frutos secos como las nueces y las avellanas son ideales para mejorar el sistema nervioso, mientras que el pistache te ayuda a mantener el equilibrio hormonal
Su contenido de fósforo y magnesio es fundamental para mantener la salud del cerebro. - Ayudan a mantener un peso saludable
Para los adultos mayores es muy importante mantener un peso saludable, porque la obesidad complica y genera diversas patologías como puede ser la diabetes o las molestias en articulaciones y espalda.
Por lo tanto, el contenido de fibra presente en los frutos secos además de regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento, también mantiene un peso saludable al provocar un efecto saciante y combatir la ansiedad.