CIFOSIS DORSAL: CAUSAS, FISIOLOGÍA Y CURVATURA DE LA ESPALDA
¿En qué consiste la cifosis dorsal?
La cifosis dorsal es más que una simple curvatura del dorso. Es una condición que puede afectar profundamente nuestra calidad de vida, pero con el enfoque correcto, se puede gestionar eficazmente. Este artículo te proporcionará una visión holística de la cifosis dorsal desde dos perspectivas esenciales: la nutrición y las ciencias del deporte.
La cifosis es una curvatura exagerada de la columna dorsal, lo que se conoce como joroba que se forma en la parte alta de la espalda.
El grado normal de la cifosis dorsal fisiológica es de 20-40º, es decir, una curvatura fisiológica necesaria para el buen funcionamiento del organismo. Por otro lado, si esta cifosis dorsal es igual o mayor a los 45º se puede decir que ya hablamos de un problema que puede tener una serie de consecuencias.
La cifosis es una curvatura excesiva de la columna vertebral en su parte superior, resultando en un aspecto encorvado o jorobado.
Se manifiesta comúnmente durante la adolescencia, cuando el cuerpo está en plena etapa de crecimiento y desarrollo.
Características de la Cifosis Dorsal | Descripción |
Definición | La cifosis dorsal es una curvatura excesiva o redondeo de la parte superior de la espalda. Se conoce comúnmente como “joroba”. |
Causas | Puede ser causada por varias razones, incluyendo malas posturas crónicas, trastornos del desarrollo (como la enfermedad de Scheuermann), enfermedades degenerativas (como la artritis), traumas y ciertas enfermedades endocrinas y conectivas del tejido. |
Síntomas | Los síntomas pueden incluir dolor de espalda, fatiga muscular, rigidez en la espalda y, en casos graves, dificultad para respirar. |
Diagnóstico | El diagnóstico se realiza generalmente a través de un examen físico y pruebas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. |
Tratamiento | El tratamiento puede variar según la gravedad. Las opciones pueden incluir fisioterapia, uso de dispositivos ortopédicos, medicación para el dolor y en casos más graves, cirugía. |
Factores Subyacentes
Existen diversos factores que pueden llevar a una persona a desarrollar cifosis dorsal. Algunos de los más comunes incluyen malas posturas persistentes, falta de ejercicio físico adecuado y desequilibrios nutricionales. Por eso es importante abordarlo con un enfoque integral.
Incidencia y prevalencia de la cifosis dorsal
Este trastorno postural va aumentando con la edad, siendo la prevalencia mayor en mujeres. En concreto, ciertos estudios afirman que la cifosis dorsal aumenta al menos nueve grados por década, presentándose normalmente en personas mayores de 60 años.
¿Cuáles son las curvaturas fisiológicas de la columna vertebral?
Si observamos de lado la columna vertebral de una persona, podemos observar las siguientes curvaturas:
· Lordosis cervical: es una curva que se dobla hacia adelante, formando una concavidad desde la parte posterior.
· Cifosis dorsal o torácica: es una curva que se abulta hacia atrás, formando una convexidad desde la parte posterior.
· Lordosis lumbar: al igual que la lordosis cervical, la curva se orienta hacia adelante que se nota desde atrás como una concavidad.
· Cifosis sacro-coxis: es una curva compuesta por dos secciones del raquis, formando una curva convexa.
Músculos implicados en la cifosis dorsal
Un aumento de la curvatura cifótica puede verse influenciada por la intervención de varios músculos, que se pueden acortar o inhibir, entre los cuales destacan:
· Musculatura acortada
· Pectoral mayor y menor.
· Subescapular.
· Bíceps braquial.
· Coracobraquial.
· Braquial anterior.
· Esternocleidomastoideo.
· Trapecio (fibras superiores y medias).
· Escalenos.
· Omohioideo.
· Largo del cuello.
· Musculatura inhibida y elongada
· Trapecios (fibras inferiores).
· Romboides.
· Rotadores externos del húmero.
· Extensores de codo y del carpo.
Causas de la cifosis dorsal
Algunas de las causas más destacadas que pueden desarrollar un aumento de la curvatura dorsal de la espalda son:
· Fracturas, debido a que pueden ocasionar la curvatura excesiva de la columna vertebral, en concreto, aquellas fracturas que se presentan en huesos debilitados.
· Osteoporosis raquídea postmenopáusica. Los huesos débiles pueden causar la curvatura de la columna, en especial si las vértebras debilitadas causan fracturas por compresión. La osteoporosis es más frecuente entre las mujeres de edad avanzada y las personas que toman corticoides durante largos períodos.
· Espondilitis anquilopoyética.
· Degeneración de los discos, los cuales actúan como amortiguación entre las vértebras de la columna. A medida con la edad, estos discos se secan y encogen, lo que puede empeorar la cifosis.
· Enfermedad de Scheuermann. También conocida como cifosis de Scheuermann, esta enfermedad suele aparecer durante el «estirón» que ocurre antes de la pubertad.
Una mala postura durante la infancia y la adolescencia es una causa muy frecuente.
Síntomas de la cifosis dorsal
Los síntomas más frecuentes de la cifosis dorsal son:
· Dificultad para moverse.
· Gran estrés psicológico debido a la estética.
· Mareos o vértigos.
· Alteraciones del sueño.
· Dolor, hormigueos, adormecimiento en el cuello y las extremidades
· Costillas y tórax aplanados, por tanto, dificultad de una ventilación normal.
· Proyección de la cabeza hacia delante, compensación cráneo-cervical.
· Proyección y prominencia de las escápulas hacia atrás.
· Aumento anterior de las vértebras.
· Ligamentos posteriores elongados.
· Hiperlordosis
· Báscula de la pelvis hacia delante: anteversión.
· Hombros en antepulsión
· Músculos erectores raquídeos elongados e inhibidos.
Diagnóstico de la cifosis dorsal
El diagnóstico de este trastorno postural suele consistir en un examen físico por parte del médico, además de un examen neurológico para evaluar los reflejos y la fuerza muscular del paciente.
Hay ciertas pruebas que suelen ser necesarias para detectar la cifosis dorsal, como por ejemplo:
· Radiografías o tomografías computarizadas, debido a que son útiles para determinar el grado de la curvatura y detectar deformidades en las vértebras.
· IRM. La resonancia magnética utiliza ondas de radio y un fuerte campo magnético con el objetivo de detectar una infección o un tumor en la columna vertebral.
· Pruebas neurológicas. Se utilizan en el caso de presentar un entumecimiento o debilidad muscular.
· Prueba de densidad ósea, ya que los huesos con poca densidad ósea pueden aumentar la curvatura de la cifosis.
¿Cuál es el tratamiento de la cifosis dorsal?
Tratamiento médico para la cifosis dorsal
· Síndrome cruzado
Normalmente no existe un tratamiento médico para tratar la curvatura cifótica, sino que se suele recurrir a la fisioterapia.
No obstante, en los casos más graves en donde estén presentes signos de desgaste intervertebral, así como patologías o lesiones que influyan en el funcionamiento del sistema cardiopulmonar el médico suele recurrir a un tratamiento quirúrgico.
La cirugía consiste en reemplazar los discos intervertebrales, además de que la columna dorsal se endereza con ayuda de unos tornillos. Cabe destacar que durante el procedimiento quirúrgico se tratan las enfermedades que han podido causar la cifosis.
Tratamiento fisioterapéutico
El objetivo de los ejercicios de la fisioterapia es mantener móviles las partes afectadas del raquis, disminuir el dolor y mejorar la salud física del paciente. Las intervenciones más destacadas son:
· Ejercicios de respiración
· Ejercicios de fortalecimiento de los extensores espinales, la musculatura interescapular y los estabilizadores del tronco.
· Ejercicios de estiramiento de la cadena anterior de los hombros y el tórax.
· Terapia manual para la movilidad torácica.
· Relajaciones miofasciales y masajes para aliviar las contracturas
· Reprogramación postural global (RPG) para conseguir una adecuada postura.
· Movilizaciones activas y pasivas.
· Electroanalgesia y TENS para manejo del dolor.
· Técnicas de ultrasónico, crioterapia y termoterapia.
Ejercicios para corregir la cifosis dorsal
1. Basculación pélvica: el ejercicio consiste en tumbarse boca arriba, con las piernas flexionadas y separadas a la altura de las caderas, y mover la pelvis haciendo que oscile hacia atrás y hacia adelante.
2. Paravertebrales torácicos: nos tumbamos boca abajo y extendemos las piernas al mismo tiempo que realizamos una extensión de columna intentando llevar los brazos hacia los talones.
3. Romboides: la persona se tumba boca abajo, sitúa los brazos abiertos y perpendiculares al tronco, para que se junten las escápulas. Una vez que haya permanecido unos segundos en esta posición volverá a bajar los brazos lentamente. En pilates la postura se conoce como «el nadador».
4. Trapecio medio: consiste en tumbarse boca abajo, poner los hombros y codos a 90º. Luego, levantamos los brazos de forma que se junten las escápulas. En realidad es bastante parecido al ejercicio anterior.
5. Serrato mayor: este ejercicio se realiza sentados, con los brazos estirados hacia delante a la altura de los hombros y con los codos flexionados a 90º. Necesitamos coger una pesa para estirar los codos hacia arriba al menos 15 veces.
6. Abdominales: Algunos ejercicios de pilates son: pelvis curl (puente), enrollar, giro de columna y pirámide amargada.
Glúteos: nos colocamos tumbados y boca abajo, ponemos los brazos estirados por encima de la cabeza. Luego, levantamos el brazo y pierna contraria hacia arriba estirándolos, para conseguir una extensión de columna.