ENTRENAMIENTO PARA NIÑOS

ENTRENAMIENTO PARA NIÑOS

Por José Rodrigo García

Director de la Universidad del Deporte

Nuestro cuerpo ha evolucionado para desarrollar actividad física varias horas al día. Es decir, necesitamos hacer ejercicio para mantenernos saludables.

Desde el principio de los tiempos, los seres humanos han necesitado realizar grandes esfuerzos para sobrevivir. Cazar, pescar, sembrar y recoger sus alimentos, requería de una actividad física prolongada y/o intensa. Con la revolución industrial, llegaron los avances tecnológicos y de la mano, el sedentarismo. Desde mediados del Siglo XX, como especie, nos volvimos mucho menos activos y el costo es grave: Nuestra salud.

Todos los especialistas coinciden, en que al menos 60 minutos de actividad física de moderada a intensa por día, es necesaria para una vida saludable y más longeva; sin embargo, la mayoría, desde niños y niñas, hasta adultos y adultos mayores no realiza la actividad física suficiente como para lograr beneficios en materia de salud.

Esta situación es similar en todo el mundo, no obstante, el nivel socio-económico de los países.  Existen incontables pruebas científicos que demuestran una peligrosa disminución

De los niveles de actividad física y de condición física en todos los grupos de edad.

El sedentarismo es el más importante factor de riesgo para muchas enfermedades relacionadas al estilo de vida. A nivel mundial, 2 de cada 3 adultos, y 4 de cada 5 niños y adolescentes, no realizan la cantidad, ni la calidad de ejercicio diario recomendado (Egan B, Zierath JR.). La inactividad física, incluso en cortos períodos de tiempo, se ha asociado a cambios metabólicos, disminución de la sensibilidad a insulina, disminución del metabolismo lipídico postprandial, pérdida de masa muscular y acumulación de tejido adiposo visceral. El sedentarismo tiene una prevalencia más elevada que la de todos los demás factores de riesgo modificables (Pedersen BK, Febbraio MA.).

Durante los últimos 50 años, se han realizado estudios que han evaluado los comportamientos alimentarios en niños y adolescentes; estos han concluido que existe una ingesta excesiva de bebidas azucaradas, de comida llena de calorías vacías y una baja ingesta de frutas y verduras (Rampersaud GC, Pereira MA, Girard BL, Adams J, Metzl JD. Breakfast habits, nutritional status, body weight, and academic performance in children and adolescents).

La inactividad física durante los primeros años de vida está reconocida actualmente como un importante factor coadyuvante en el incremento de los niveles de obesidad y de otros trastornos médicos graves que se observan en niños, niñas y adolescentes de América y de otros lugares. Es posible influir positivamente sobre los niños y fomentar la práctica deportiva en la infancia, a través de reglas basadas en investigaciones recientes, que darán las bases para padres y entrenadores, que determinen el entrenamiento más adecuado para los niños, favoreciendo su calidad de vida, y tal vez, creando nuevos talentos deportivos.

El entrenamiento con niños debe entenderse como un período preparatorio para desarrollar objetivamente el rendimiento físico, dónde se brindan los movimientos motrices multifuncionales como formas específicas de los diversos deportes que se entrenan. Se deben de adquirir experiencias motoras diversas y beneficiarse de las primeras vivencias de un deporte específico, a través de la ejecución técnica del mismo, y fomentando el espíritu de cooperación trabajando conjuntamente.

El objetivo no debe basarse en un incremento demasiado rápido del rendimiento deportivo, sino que debe orientarse de acuerdo a las necesidades de los niños, sin dañar su desarrollo físico, y psicológico.

Iniciación a la actividad físico-deportiva en la edad infantil

Las razones para el inicio de los entrenamientos en edades tempranas son múltiples. Una de ellas es que desde la edad de 4 años se aprenden los patrones motrices y de coordinación que sustentarán las bases para deportes de gran habilidad y destreza (gimnasia artística, gimnasia rítmica, clavados, patinaje artístico, natación, etc.). Consideraciones preliminares antes de planear el entrenamiento para los niños debemos evitar la mayor cantidad posible de riesgos. Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría recomienda lo siguiente:

·         Realizar una evaluación médica antes del comienzo del programa de entrenamiento.

·         Estar supervisado por expertos en la disciplina deportiva a practicar, al menos un supervisor o entrenador por cada dos o tres niños.

·         En adolescentes puede haber hasta diez deportistas por entrenador.

·         Adaptar el equipo de entrenamiento al tamaño y necesidades de los niños.

·         Verificar que los niños tomen las posturas correctas en las diferentes ejecuciones de los ejercicios.

·         Asegurarse que los niños conozcan la técnica del ejercicio y detener el ejercicio en caso de que el ejercicio sea ejecutado incorrectamente.

·         Comenzar con un calentamiento adecuado al tipo de sesión específica (mínimo diez minutos) y terminar con un período de estiramiento de duración similar.

·         Emplear la vestimenta y calzado apropiados para el deporte a practicar.

·         Realizar los entrenamientos con la suficiente ventilación y a temperaturas adecuadas. ·

·         Asegurarse en todo momento de que existe la suficiente ingesta de líquidos.

Concepto sobre Entrenamiento Deportivo Concepto

El entrenamiento deportivo es un proceso planificado y complejo que organiza cargas de trabajo progresivamente crecientes destinadas a estimular los procesos fisiológicos de supercompensación del organismo, favoreciendo el desarrollo de las diferentes capacidades y cualidades físicas, con el objetivo de promover y consolidar el rendimiento deportivo.

Concepto de entrenamiento deportivo

1.    Proceso planificado y complejo. – El entrenamiento debe planificarse desde el principio hasta el final para conseguir alcanzar los objetivos en cada fase (microciclos, mesociclos y macrociclos) y para cada capacidad física. Es un proceso complejo pues los efectos del entrenamiento no son ni inmediatos (pueden pasar semanas antes de verlos) ni duraderos (el efecto residual de cada capacidad es limitado).

2.    Organiza cargas de entrenamiento. – La carga es un estímulo que desequilibra al organismo y provoca efectos de adaptación. Las cargas vienen definidas por el tipo de ejercicio físico y otros parámetros como: volumen, intensidad, densidad y especificidad.

3.    Cargas progresivamente crecientes. – La planificación del entrenamiento permite emplear cada vez cargas más altas. Cuando el organismo se recupera, se adapta y aumenta su nivel morfo – funcional, pudiendo ser mayor la siguiente carga.

4.    Estimulan supercompensación. – Procesos fisiológicos que como consecuencia de la aplicación de una carga que desequilibra el organismo y tras un tiempo de recuperación, provocan un aumento del nivel inicial del mismo. El cuerpo tras descansar aumenta su nivel.

5.    Desarrollo de las diferentes capacidades y cualidades. – La supercompensación tiene como por objeto aumentar el nivel de las capacidades (fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad, potencia y agilidad) y cualidades físicas (coordinación y equilibrio) del deportista.

6.    Objetivo aumentar el rendimiento deportivo. – La mejora de las capacidades y cualidades físicas pretenden mejorar el rendimiento deportivo.

PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO INFANTIL

El proceso del entrenamiento infantil en su conjunto se realiza sobre la base de determinados principios, reglas o normas. Habitualmente se parte de dos grandes bloques que los engloban a todos:

·         Principios biológicos, los que afectan los procesos de adaptación orgánica del deportista–alumno.

·         Principios pedagógicos, los que de alguna manera incluyen la metodología empleada durante el proceso de entrenamiento.

Biológica y evolutivamente, la formación multilateral favorece los procesos de maduración y desarrollo de acuerdo a los períodos sensibles del mismo, y evita un excesivo desgaste unilateral precoz.

En el entrenamiento infantil se deberían anteponer objetivos educativos globales a otros objetivos más puntuales, pero con menos proyección en la formación deportiva del niño, aunque su consecución sea a medio y largo plazo.

Esta formación es un proceso largo y complejo que no conviene acelerar en aras sólo del éxito inmediato.

La finalidad que se persigue en el entrenamiento con niños es la expansión de todas las posibilidades motoras para conseguir un amplio repertorio de movimientos. Así, se podrían aprender formas motrices específicas, con mayor facilidad y rapidez y de forma más estructurada.

El objetivo no es un incremento demasiado rápido de los rendimientos deportivos que, aunque factible, tendría poca duración ya que iría ligado a una sobresaturación temprana por el deporte.

Proceso de enseñanza-aprendizaje

El proceso de enseñanza-aprendizaje deberá ser un proceso individualizado. Por no ajustarse en sus métodos (centrados sobre todo en la demostración y repetición como vía de adquisición de las técnicas) al ritmo de desarrollo del niño y a sus intereses, formas de comprensión, atención, etc., se convirtió muchas veces en un mero adiestramiento (un “mini entrenamiento” mimético del de los adultos) y no en una verdadera educación.

Paradójicamente, resultaba de este modo poco motivante para muchos niños, que deseaban más el juego motriz libre que las sesiones de aprendizaje rígidamente programadas.

Por carga de entrenamiento se entiende la cantidad de trabajo (o trabajo-pausa) realizado, expresando así el nivel de exigencia de las actividades, medios y métodos seleccionados para el entrenamiento.

El objetivo es que las cargas provoquen transformaciones funcionales, bioquímicas, morfológicas y psíquicas, en procesos de adaptación, como forma de aumentar la capacidad de rendimiento deportivo.

Actividades adecuadas de los niños

Las actividades de los niños en la primera edad escolar deben caracterizarse únicamente por el conjunto de gestos que la determinan. Si los gestos son lo suficientemente proporcionales a las capacidades de cada uno y se los propone de manera que interesen y diviertan, entonces se logró el objetivo.

El entrenamiento intensivo precoz es totalmente erróneo y está alejado de las necesidades biológicas y psicológicas infantiles. El aprendizaje prematuro, que produce rápidos aumentos del rendimiento, suele ser antieconómico e inútil, ya que fija actitudes y estereotipos dinámicos primitivos, que traen como consecuencia posteriores estancamientos y desarrollos insuficientes en etapas posteriores.

El concepto de rendimiento-salud debe asociarse hacia el desarrollo integral del niño y estar sustentado en un proceso pedagógico progresivo, sistemático y variable.

El entrenador debe aplicar la pedagogía y controlar bien el aprendizaje; pero sobre todo evitando que el niño “se queme” en las acciones de este aprendizaje, ya que de esa forma se abreviaría mucho su vida deportiva. No siempre la madurez necesaria para iniciar una disciplina deportiva es básicamente la madurez biológica, sino la psicológica y éstas no siempre coinciden totalmente en la edad evolutiva.

Es necesario crear una metodología del entrenamiento del niño, un entrenamiento para el niño, es decir, un entrenamiento de adquisición y de desarrollo de aptitudes motrices que se diferencie del entrenamiento de alto rendimiento. No se trata de eliminar el entrenamiento de la educación, sino que no contradiga por sus métodos los fines de la misma.

Hay que empezar paulatinamente con el desarrollo de las cualidades físicas, siendo las más convenientes la capacidad aeróbica, la amplitud de movimiento, la fuerza dinámica, la resistencia muscular, las capacidades psicomotrices o coordinativas, el tiempo de reacción y la velocidad gestual.

Beneficios de un buen entrenamiento

·         Produce un mayor nivel de actividad infantil y un aumento generalizado del movimiento coordinado.

·         Sienta las bases para el aprendizaje y rendimiento posterior.

·         Expansiona las posibilidades motoras.

·         Permite al niño formarse una imagen deportiva en general y de su deporte en particular y una mejor adaptación a la competición.

·         Aumenta el crecimiento.

·         Puede corregir defectos físicos que pudieran existir.

·         Permite una integración progresiva en la sociedad.

·         Aumenta el nivel de responsabilidad social.

·         Supone un aprendizaje para el éxito o el fracaso deportivo y social.

·         Potencia la creación y regularización de hábitos.

·         Contribuye a desarrollar el placer por el movimiento.

·         Anula las limitaciones del sedentarismo.

·         Sirve de estímulo para la higiene y la salud.

En los inicios del entrenamiento deportivo con niños es de suma importancia entregarle conceptos claros sobre las ventajas y riesgos que puede tener su proceso, si este es regular, normal, multidisciplinar y generalizado serán mayor las ventajas que los riesgos.

Muchos autores asumen posiciones que a continuación presento y que deben ser de análisis por parte de los formadores.

BIBLIOGRAFIA

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