LA HORMONA DE CRECIMIENTO Y SU INFLUENCIA EN EL DEPORTE

La hormona de crecimiento humana o Somatropina (HCH). Es una molécula proteica formada por 191 aminoácidos, y es secretada en la glándula adenohipófisis (situada en el hipotálamo). El hipotálamo es una región del encéfalo formada principalmente por núcleos de sustancia gris ubicada a lo largo de las paredes del tercer ventrículo. Junto al epitálamo, al tálamo y al subtálamo, conforman el diencéfalo. Está compuesto por varios núcleos de sustancia gris y actúa como un centro integrador de la homeostasis, regulando una amplia gama de procesos fisiológicos que incluyen la termorregulación, la osmorregulación y la regulación de las emociones. También actúa en conjunto con la hipófisis para modular la actividad endocrina de acuerdo con las necesidades fisiológicas del organismo. Por este motivo, el hipotálamo es considerado una estructura neuroendocrina.

Una vez presente en el torrente sanguíneo, la HCH estimula al hígado para que produzca un factor de crecimiento similar a la insulina, el IGF-1 (también llamado somatomedina C), un péptido formado por 83 aminoácidos, que es liberado por muchos tejidos de nuestro organismo, y afecta a la práctica totalidad de las células, con multitud y variadas funciones. Esta hormona desencadena el crecimiento y la reparación de los huesos y los tejidos corporales, incluidos los músculos, la piel, los órganos y más.

A mitad del siglo XX Los científicos empezaron a recuperar HCH de las glándulas pituitarias de cadáveres, y no fue hasta la década de los 80´s que se sintetizó en laboratorios. Es utilizada desde entonces como un medicamento para tratar los casos de déficit, o bien para mejorar el rendimiento físico.

Estas son algunas de sus funciones:

Interviene en el aumento del transporte de aminoácidos y la síntesis de proteína, y por tanto influirá en la preservación y aumento de masa muscular. En este aspecto solo matizar, que para que ello ocurra, es necesaria otra hormona como la testosterona, ya que la hormona del crecimiento actúa creando hiperplasia (creación de nuevas células) y la testosterona en el aumento de tamaño de dicha célula, es decir hipertrofia.
Estimula el crecimiento del cartílago, por lo tanto, protege nuestros huesos.
Reconstruye y fortalece nuestro sistema nervioso.
Promueve la síntesis de colágeno, para mayor flexibilidad de la piel y por tanto un aspecto más joven.
Aumenta la lipólisis (uso de grasas como fuente de energía), por tanto, un factor importantísimo para la pérdida de grasa adiposa.
Favorece la función inmunitaria.
Controla el colesterol.
Aumenta la velocidad de regeneración y reparación de nuestras células.

Por todo ello se dice que dicha hormona es clave de la “eterna juventud”, y se dice que hasta los 18 años la utilizamos para crecer y formarnos, y el resto de nuestra vida para vivir.

Durante muchos años se ha asociado el uso exógeno de la hormona del crecimiento con los deportes; principalmente donde la fuerza y la velocidad son relevantes, por su gran efecto anabólico y contribución al desarrollo muscular; sin embargo, poco a poco se va haciendo cada vez más popular no solo entre deportistas, sino entre artistas y moldeos famosos, con el objetico de mantenerse jóvenes a toda costa.

Usos de la Hormona de Crecimiento en el Deporte

En el contexto deportivo, se ha debatido mucho sobre los posibles beneficios de la HGH para el rendimiento físico y la recuperación.

Aumento de la masa muscular: Se ha sugerido que la HGH puede aumentar la síntesis de proteínas y promover el crecimiento muscular. Esto puede ser beneficioso para atletas que buscan aumentar su masa muscular magra y mejorar su fuerza.

Recuperación y Reparación: La HGH está involucrada en la reparación y regeneración de tejidos, lo que podría acelerar la recuperación después de entrenamientos intensos y reducir el riesgo de lesiones.

Quema de Grasa: La HGH también se ha asociado con la pérdida de grasa, ya que puede aumentar la movilización y utilización de ácidos grasos como fuente de energía.

Mejora del Rendimiento: Algunos informes sugieren que la HGH podría mejorar la resistencia y la capacidad aeróbica, lo que podría ser beneficioso para deportes de resistencia.

La hormona del crecimiento se segrega principalmente mientras estamos dormidos, y más en concreto en la fase REM del sueño profundo, y aquí va a influir más la calidad del sueño que las horas de este.

Un factor que influye con gran relevancia es el Entrenamiento de Fuerza, teniendo en cuenta factores como el volumen de trabajo, tiempo de recuperación y la intensidad; es decir, que provoquemos valores de lactato más elevados. Para ello, hay que trabajar con cargas altas y descansos entre series cortos. Un ejemplo de ello sería trabajar de 4-8 reps, con descansos por debajo de un minuto.

Otro tipo de entrenamiento que también estimula la producción de HCH es el trabajo anaeróbico interválico, conocido como «H.I.T.», ya que numerosos estudios han comprobado sus efectos en la estimulación de la hipófisis y por tanto en la creación de HORMONA DE CRECIMIENTO.