¿POR QUÉ ENTRENAR DESDE TEMPRANA EDAD? (primera parte)

¿POR QUÉ ENTRENAR DESDE TEMPRANA EDAD?

(primera parte)

Por José Rodrigo García

Director de la Universidad del Deporte

Hay múltiples razones para iniciar a los menores en la práctica deportiva a temprana edad.

Especialmente dependiendo del tipo de deporte elegido, a partir de los 4 años se aprenden los patrones motrices y de coordinación, que sustentarán las bases para deportes de gran habilidad y destreza (gimnasia artística, gimnasia rítmica, patinaje artístico, nado sincronizado, clavados, etc.).

Antes de planificar el entrenamiento de los niños se deben evitar la mayor cantidad posible de riesgos. En este sentid, la American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría), recomienda lo siguiente:

·         Realizar una evaluación médica antes del comienzo del programa de entrenamiento.

·         Los menores deberán, en todo momento, estar supervisados por expertos en la disciplina deportiva a practicar; al menos un monitor o entrenador por cada dos o tres niños. En adolescentes puede haber hasta diez deportistas por entrenador.

·         Adaptar el equipo de entrenamiento al tamaño y necesidades de los niños.

·         Verificar que los niños tomen las posturas correctas en las diferentes ejecuciones de los ejercicios.

·         Asegurarse que los niños conozcan la técnica del ejercicio y detener el ejercicio en caso de que este sea ejecutado incorrectamente.

·         Comenzar con un calentamiento adecuado al tipo de sesión específica (mínimo diez minutos) y terminar con un período de estiramiento de duración similar.

·         Emplear la vestimenta y calzado apropiados para el deporte a practicar.

·         Realizar los entrenamientos con la suficiente ventilación y a temperaturas adecuadas.

·         Asegurarse en todo momento de que existe la suficiente ingesta de líquidos.

El entrenamiento deportivo es un proceso planificado y complejo que organiza cargas de trabajo progresivamente crecientes destinadas a estimular los procesos fisiológicos de supercompensación del organismo, favoreciendo el desarrollo de las diferentes capacidades y cualidades físicas, con el objetivo de promover y consolidar el rendimiento deportivo.”

Concepto de Entrenamiento Deportivo

1. Proceso planificado y complejo. – El entrenamiento debe planificarse desde el principio hasta el final para conseguir alcanzar los objetivos en cada fase (microciclos, mesociclos y macrociclos) y para cada capacidad física. Es un proceso complejo pues los efectos del entrenamiento no son ni inmediatos (pueden pasar semanas hasta verlos) ni duraderos (el efecto residual de cada capacidad es limitado).

2. Organización de las cargas de entrenamiento. – La carga es un estímulo que desequilibra al organismo y provoca efectos de adaptación. Las cargas vienen definidas por el tipo de ejercicio físico y otros parámetros como: volumen, intensidad, densidad y especificidad.

3. Cargas crecientes progresivas. – La planificación del entrenamiento permite emplear cada vez cargas más altas. Cuando el organismo se recupera, se adapta y aumenta su nivel morfo – funcional, pudiendo ser mayor la siguiente carga.

4. Estimular supercompensación. – Procesos fisiológicos que como consecuencia de la aplicación de una carga que desequilibra el organismo y tras un tiempo de recuperación, provocan un aumento del nivel inicial del mismo. El cuerpo tras descansar aumenta su nivel.

5. Desarrollo de las diferentes capacidades y cualidades. – La supercompensación tiene como por objeto aumentar el nivel de las capacidades (fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad, potencia y agilidad) y cualidades físicas (coordinación y equilibrio) del deportista.

6. Aumento del rendimiento deportivo. – La mejora de las capacidades y cualidades físicas pretenden mejorar el rendimiento deportivo.

A lo largo de los años se han anunciado diversas definiciones acerca del entrenamiento deportivo como son:

·         Matveiev (1965) “es la preparación física, técnico–táctica, intelectual, psíquica y moral del deportista, auxiliado de ejercicios físicos, o sea, mediante la carga física”.

·         Harre (1973) “el proceso basado en los principios científicos, especialmente pedagógico, del perfeccionamiento deportivo, el cual tiene como objetivo conducir a los deportistas hasta lograr máximos rendimientos en un deporte o disciplina deportiva, actuando planificada y sistemáticamente sobre la capacidad de rendimiento y la disposición para éste”.

·         Ozolín (1983) “el proceso de adaptación de los organismos a todas las cargas funcionales crecientes, a mayores exigencias en las manifestaciones de las fuerzas y la velocidad, la resistencia y la flexibilidad, la coordinación de los movimientos y la habilidad, a más elevados esfuerzos volitivos y tensiones psíquicas y a otras muchas exigencias actividad deportiva”.

·         Zintl (1991) “el proceso planificado que pretende o bien significa un cambio (optimización, estabilización o reducción) del complejo de capacidad de rendimiento deportivo (condición física, técnica de movimiento, táctica, aspectos pedagógicos)”.

El proceso del entrenamiento infantil en su conjunto se realiza sobre la base de determinados principios, reglas o normas. Habitualmente se parte de dos grandes bloques que los engloban a todos:

– Principios biológicos, los que afectan los procesos de adaptación orgánica del deportista–alumno.

– Principios pedagógicos, los que de alguna manera incluyen la metodología empleada durante el proceso de entrenamiento.

Biológica y evolutivamente, la formación multilateral favorece los procesos de maduración y desarrollo de acuerdo a los períodos sensibles del mismo, y evita un excesivo desgaste unilateral precoz.

En el entrenamiento infantil se deberían anteponer objetivos educativos globales a otros objetivos más puntuales, pero con menos proyección en la formación deportiva del niño, aunque su consecución sea a medio y largo plazo.

Esta formación es un proceso largo y complejo que no conviene acelerar en aras sólo del éxito inmediato.

La finalidad que se persigue en el entrenamiento con niños es la expansión de todas las posibilidades motoras para conseguir un amplio repertorio de movimientos. Así, se podrían aprender formas motrices específicas, con mayor facilidad y rapidez y de forma más estructurada.

El objetivo no es un incremento demasiado rápido de los rendimientos deportivos que, aunque factible, tendría poca duración ya que iría ligado a una sobresaturación temprana por el deporte.

Proceso de enseñanza-aprendizaje

El proceso de enseñanza-aprendizaje deberá ser un proceso individualizado. Por no ajustarse en sus métodos (centrados sobre todo en la demostración y repetición como vía de adquisición de las técnicas) al ritmo de desarrollo del niño y a sus intereses, formas de comprensión, atención, etc., se convirtió muchas veces en un mero adiestramiento (un “mini entrenamiento” mimético del de los adultos) y no en una verdadera educación.

Paradójicamente, resultaba de este modo poco motivante para muchos niños, que deseaban más el juego motriz libre que las sesiones de aprendizaje rígidamente programadas.

Por carga de entrenamiento se entiende la cantidad de trabajo (o trabajo-pausa) realizado, expresando así el nivel de exigencia de las actividades, medios y métodos seleccionados para el entrenamiento. El objetivo es que las cargas provoquen transformaciones funcionales, bioquímicas, morfológicas y psíquicas, en procesos de adaptación, como forma de aumentar la capacidad de rendimiento deportivo.

Actividades adecuadas de los niños

Las actividades de los niños en la primera edad escolar deben caracterizarse únicamente por el conjunto de gestos que la determinan. Si los gestos son lo suficientemente proporcionales a las capacidades de cada uno y se los propone de manera que interesen y diviertan, entonces se logró el objetivo.

El entrenamiento intensivo precoz es totalmente erróneo y está alejado de las necesidades biológicas y psicológicas infantiles. El aprendizaje prematuro, que produce rápidos aumentos del rendimiento, suele ser antieconómico e inútil, ya que fija actitudes y estereotipos dinámicos primitivos, que traen como consecuencia posteriores estancamientos y desarrollos insuficientes en etapas posteriores.

El concepto de rendimiento-salud debe asociarse hacia el desarrollo integral del niño y estar sustentado en un proceso pedagógico progresivo, sistemático y variable.

El entrenador debe aplicar la pedagogía y controlar bien el aprendizaje; pero sobre todo evitando que el niño “se queme” en las acciones de este aprendizaje, ya que de esa forma se abreviaría mucho su vida deportiva. No siempre la madurez necesaria para iniciar una disciplina deportiva es básicamente la madurez biológica, sino la psicológica y éstas no siempre coinciden totalmente en la edad evolutiva.

Es necesario crear una metodología del entrenamiento del niño, un entrenamiento para el niño, es decir, un entrenamiento de adquisición y de desarrollo de aptitudes motrices que se diferencie del entrenamiento de alto rendimiento. No se trata de eliminar el entrenamiento de la educación, sino que no contradiga por sus métodos los fines de la misma.

Hay que empezar paulatinamente con el desarrollo de las cualidades físicas, siendo las más convenientes la capacidad aeróbica, la amplitud de movimiento, la fuerza dinámica, la resistencia muscular, las capacidades psicomotrices o coordinativas, el tiempo de reacción y la velocidad gestual.

Beneficios de un buen entrenamiento

·         Produce un mayor nivel de actividad infantil y un aumento generalizado del movimiento coordinado. 

·         Sienta las bases para el aprendizaje y rendimiento posterior.

·         Expansiona las posibilidades motoras.

·         Permite al niño formarse una imagen deportiva en general y de su deporte en particular y una mejor adaptación a la competición.

·         Aumenta el crecimiento.

·         Puede corregir defectos físicos que pudieran existir.

·         Permite una integración progresiva en la sociedad.

·         Aumenta el nivel de responsabilidad social.

·         Supone un aprendizaje para el éxito o el fracaso deportivo y social.

·         Potencia la creación y regularización de hábitos.

·         Contribuye a desarrollar el placer por el movimiento.

·         Anula las limitaciones del sedentarismo.

·         Sirve de estímulo para la higiene y la salud.

En los inicios del entrenamiento deportivo con niños es de suma importancia entregarle conceptos claros sobre las ventajas y riesgos que puede tener su proceso, si este es regular, normal, multidisciplinar y generalizado serán mayor las ventajas que los riesgos. Muchos autores asumen posiciones que a continuación presento y que deben ser de análisis por parte de los formadores.

 

Continuará…

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