PUMPKIN PIE O TARTA DE CALABAZA FIT

Seguramente la mayoría aseguraríamos sin miedo a equivocarnos que es una receta norteamericana. Y sin embargo, fracasaríamos totalmente en nuestra afirmación. Porque realmente, quien inventó esta tarta de calabaza fue un chef francés a mediados de 1600. Y así lo plasmó en su libro de recetas Le vrai cuisinier français. Él fue: François Pierre de la Varenne.

Aunque algunos datan el inicio de la fecha en la llegada de los peregrinos a Estados Unidos, en 1620. Donde descubrieron, gracias a los nativos, a cultivar alimentos como las calabazas o el maíz que, acostumbrados a comerlo asado como hasta ese momento, lo mezclaban con leche, huevos e incluso azúcar. Pero probablemente eso fue una pequeña semilla de lo que hoy en día es el verdadero relleno de una tarta de calabaza.

Lo que sí es totalmente cierto, es que después de la invención del chef francés, los ingleses adoptaron la receta y más adelante, los americanos. Convirtiéndola, sin duda, en un postre imperdible para la noche de Acción de Gracias, celebrada el último jueves de Noviembre en todas las casas norte americanas.

Así que, para dar o no las gracias, vamos a ver cómo preparar esta rica tarta de calabaza saludable y sin azúcar.

Ingredientes para el Pumpkin pie o tarta de calabaza saludable:

De la base:

100 gr. de nueces
60 gr. de harina de avena
45 ml. de miel maple (ya hay opciones sugar free)
50 gr. de aceite de coco (sin fundir)
1 cucharadita de vainilla
una pizca de sal

Del relleno:

350 gr. de puré de calabaza (calabaza asada al horno)
115 gr. de leche de almendras o leche de coco
2 huevos
60 ml. de miel maple
1 cucharadita de vainilla
1/2 cucharadita de canela en polvo
1 pizca de nuez moscada
una pizca de sal
40 gr. de harina de avena

De la decoración:

30 gr. de semillas de calabaza y de girasol
1 cucharada de miel maple

Preparación de la Pumpkin pie o tarta de calabaza saludable:

En primer lugar, empezaremos preparando el relleno. Ponemos el horno a precalentar a 180 grados. Forramos con papel vegetal un molde de 18 cm. de diámetro, desmontable, y lo dejamos a un lado. A continuación, ponemos las nueces en el vaso de la licuadora, y las reducimos a polvo. Las ponemos en un bowl, junto a todos los ingredientes de la base. Mezclamos, primero con una cuchara, y después con las manos, hasta tener una masa homogénea. Ésta, la ponemos en el molde, y la repartimos bien con una cuchara, presionando para que quede compacta, y subiendo un poco los bordes para que el relleno quede en el interior. Introducimos en el horno durante 12 minutos. Cuando esté tostada, la sacamos, y dejamos enfriar.

Por otro lado, para el relleno, tendremos ya la calabaza cocida y enfriada. Le ponemos la canela, la vainilla, la nuez moscada y la sal, y trituramos con la ayuda de un tenedor. Ahora, echamos la leche, la miel y los huevos, y batimos con la batidora hasta tener una crema homogénea. Por último, añadiremos la harina de avena, y seguiremos mezclando.

Una vez listo, echamos el relleno dentro de la base ya horneada, e introducimos de nuevo en el horno durante 35 minutos, o hasta que veamos que está prácticamente cuajada, y que el centro se mueve como si fuera un flan. Apagamos el horno, y la dejamos dentro durante 10 minutos más. Después la sacamos, y dejamos templar a temperatura ambiente, para finalmente, refrigerarla mínimo 1 hora.

Para servirla, la decoraremos con las semillas caramelizadas. Para hacerlas, ponemos en un bowl las semillas, y mezclamos con la miel de maple, ligeramente calentada en el microondas durante unos segundos. La esparcimos en un papel vegetal, y horneamos durante 5 minutos a 180 grados para que quede caramelizada. Cuando esté de color dorado, sacamos del horno, dejamos enfriar, y partimos a trozos para decorar la tarta.